La variedad Syrah que cultivamos desde hace décadas, tuvo una muy buena adaptación a las condiciones locales arcillo-calcáreas, parece que incluso las altas temperaturas le son propicias a su desarrollo. En su cultivo destacamos las podas y aclareos, de gran importancia para regular su producción, que no suele ser muy alta.
Somos cuidadosos en la decisión del momento de la vendimia para preservar la frescura del fruto y facilitar el desarrollo de su fascinante coloración en mostos y vinos.
Teniendo en cuenta su ciclo corto, la Agricultura Biológica y el Calendario Lunar, nos ayudan a fijar en uvas y trasmitir a los vinos toda su calidez y energía viva de color brillante y aromas intensos.
Elaboración:
Vino de elaboración natural sin sulfitos ni otros aditivos.
Las uvas, recogidas a primeras horas de la madrugada, son fermentadas con sus propias levaduras en tinajas.
La maceración-fermentación alcohólica inicial se realiza durante unos 8-10 días, en las tinajas de cemento, primero con remontados enérgicos, que van haciéndose posteriormente casi nulos, pues tiene tendencia a sumergir el sombrero, con las subsiguientes dificultades para su disgregación.
Tras el sangrado, la conclusión de la fermentación alcohólica se realiza en tinajas de barro. De forma espontánea suele realizar la fermentación maloláctica.
Afinado el vino por decantación, lo dejamos madurar el menos durante un año, desarrollando su potente tanicidad noble, su color vivaz y su llamativo carácter frutal. Cualidades que persisten casi intactas durante años.
Tras un ligero filtrado en placas de celulosa, es embotellado.
Notas de cata:
VISTA: rojo vivo brillante de tonos malvas.
NARIZ: muy intenso a flores violetas y rojas, frutas negras especiadas.
BOCA: vino cálido y amable de tanino cubierto con sabores de frutas negras y notas minerales.
Consumo:
Maridaje: Risoto de setas y costillas adobadas.
Temperatura de servicio: Entre 14 y 15 ºC.
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